[Recibido en Español]
[Habla Jesús]
Escribe que vengo pronto.
A revestir a Mi Ejército de Mi Gracia y Mi Poder. A grabar Mi Rostro en los corazones de Mis soldados y Mi Nombre en todo su ser, la armadura Real para poder resistir los embates del enemigo, que día a día atacará con mayor sutileza y con mayor soberbia.
Con mayor sutileza – pues a mayor Verdad que distorsiona, mayor engaño logra.[1]
Por esto, hijos, os pido que Me miréis y Me escuchéis sólo a Mí. Sólo a vuestro Jesús. Que repitáis sin cesar Mi Nombre: JESÚS.[2] Que os hagáis niños pequeños en vuestra total confianza y abandono a Mí.
SÓLO ASÍ PODRÉIS RESISTIR LA SUTILEZA DEL ENGAÑADOR, DE LA SERPIENTE ANTIGUA, que no cesa de rodearos de pensamientos, argumentos y sentimientos que os distraen de Mí. Que os van alejando poco a poco de Mi Verdad y de Mi Voluntad, que son SENCILLEZ Y HUMILDAD.
Con cuantísimos pensamientos os envuelve en el orgullo y os va cegando a Mi Querer. Hijos, en guardia. Vuestros pensamientos son tan limitados como los Míos son infinitos.
Anclad vuestro pensar en Mi Voluntad. Atadlo a Mi Querer por medio de la Humildad santa y de vuestra confianza en Mí.
YO SOY QUIEN OS DA LUZ.
SÓLO YO, HIJOS.
YO SOY LA LUZ. NO HAY OTRO.
SÓLO YO.
Considerad lo que sucedió a Lucifer – a aquel que fue llamado y creado para ser “portador de luz”, de MI LUZ. Veis cómo por medio de la soberbia que lo consume quiso ser la luz, se creyó ser la luz – y veis la oscuridad tan terrible en que se convirtió. Se inundó de tinieblas y se convirtió en las tinieblas mismas.[3]
Este ser inmundo os ofrece su “luz” – “luz” que SIEMPRE está envuelta en la soberbia y en el ansia de poder, de adulación, de ser y tener más. Soberbia y ansia que se agudiza y se refina a medida que se acerca a la parte más profunda de vuestro ser – vuestro espíritu, vuestra voluntad.
En guardia, hijos, contra los ataques más sutiles y peligrosos que envuelven a vuestro espíritu.
Nuestro enemigo es peligroso, hijos.
Con cuánta sutileza Me tentó y atacó en el Huerto de los Olivos. A Mí, vuestro Jesús. Con cuánta sutileza os ataca y os atacará a vosotros, envolviendo vuestros pensamientos y sentimientos con lógica satánica para separaros de la Voluntad de Nuestro Abba.
Repetid Mi Nombre, hijos. Así como Yo repetí el Nombre de Mi Padre y vuestro, para poder resistir en la Hora tremenda.
En Mi Nombre está contenido todo cuanto necesitáis para derrotar a Nuestro enemigo. Es la oración perfecta, hijos, pues Me contiene a Mí Mismo. [sonrisa]
En el torbellino de todo cuanto os rodea, miradme a Mí. Decid Mi Nombre.
Sed como los niños, que miran a sus padres esperándolo todo de ellos – protección, ayuda, consuelo, Amor. Todo lo encontráis en Nosotros si os hacéis pequeños como los niños.
Niños en espíritu – que Me permite daros Mi Luz, Mi Gracia, Mi Guía.
Niños amadísimos que Yo convierto en soldados fortísimos.
¿Queréis luchar Conmigo?
Haced primero lo que Yo He hecho:
Me abandoné por completo en manos de Mi Padre. Me encomendé por completo al cuidado de Mi Madre, la hermosa Reina del Cielo.
En la Cruz os di esta última lección:
MI PADRE y MI MADRE.
Amor, Obediencia y abandono completo a MI PADRE y vuestro.
Amor, Confianza y entrega completa a MI MADRE y vuestra.
Y a Ambos os los di con Mi último esfuerzo, con las últimas gotas de Sangre que brotaron de Mi Corazón.
No hay otro camino, hijos.
Haced lo que Yo He hecho, para que podáis luchar Conmigo, a Mi lado, para reconquistar a vuestros hermanos y aplastar y derrotar a la serpiente inmunda que todo lo ha corrompido.
A MENOS QUE OS HAGÁIS COMO LOS NIÑOS, NO PODRÉIS ENTRAR EN EL REINO DE LOS CIELOS.[4]
A menos que Me imitéis en vuestro abandono a Nuestro Abba, y os entreguéis a Mi Madre y vuestra, no podréis permanecer de pie en esta Hora tremenda que estáis por vivir.
MIRADME A MÍ. IMITADME A MÍ. Y EN MÍ ENCONTRARÉIS TODO.
SÓLO EN MÍ.
SÓLO EN VUESTRO JESÚS.
Os amo, hijos.
[Ahora habla Dios Padre]
Vuestro Dios bendice vuestros esfuerzos. [sonrisa]
Yo veo cada movimiento de vuestros corazones, aún el más pequeño, y os bendigo, os corrijo, os animo – para que cada día más vuestros corazones latan al unísono con el Mío.
PERMANECED EN MÍ. SIEMPRE EN MÍ.
Vuestro Padre – vuestro Abba – que os ama os bendice. +
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[1] Entiendo aquí que entre más se acerque su mentira a la Verdad, mucho más difícil resulta identificarla como mentira, y por eso es tan peligrosa. Una mentira obvia se identifica y rechaza fácilmente.
[2] En muchos escritos hace hincapié en la importancia de decir Su Nombre: Jesús. Yo percibo que hay una diferencia enorme entre decir “Jesús” y decir “Cristo”. “Cristo” es un título – Suyo por excelencia, pero no deja de ser tan sólo un título, “el Ungido”. Pero “Jesús” es Su Nombre personal. Y percibo que vendrán ataques muy sutiles en referencia al título “Cristo”, y que por esto ahora Él nos hace ver la suma importancia de decir Su Nombre, a manera de protección.
[3] Se me viene a la mente la imagen de un agujero negro en el espacio, que absorbe toda luz, que no deja salir la luz de él. Y en su antítesis – el Espejo de Dios – María Santísima, que refleja TODA la Luz de Dios con total generosidad, sin guardarse nada para sí misma.
[4] Mateo 18, 3.